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10.- Termina la función. Eurípides, Esquilo, tal vez Plauto... Ellos no lo sabrán, pues acaso esté muertos, pero su voz sonaba, hace sólo un instante, en boca de los actores y ahora corre, como un arroyo, en el murmullo de los espectadores, que resuena en los vomitorios. Fuera, la calle, y allí siguen rodando los comentarios, esa eterna canción de la vieja literatura.
15.- Piedra sobre piedra. Construir, destruir. Acaso las ruinas guarden en sus entrañas inquietantes misterios, la clave acaso de la sabiduría.
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